Tráiler: Ebro, de la cuna a la batalla
En 1938 la Guerra Civil española ya ha desgastado a ambos ejércitos y arrasado los ánimos de la población. A pesar de todo, las diferencias entre republicanos y nacionales son reveladoras: El bando fascista dispone de la ayuda incondicional del armamento y los hombres facilitados por Hitler y Mussolini mientras el ejército republicano se ve ignorado por una Europa más preocupada por una posible Gran Guerra que por el destino de España. En este ambiente el cruce del Ebro parece la mejor táctica republicana para invocar las alianzas internacionales indispensables y demostrar, a la vez, la resistencia frente a los fascistas, que llevan impulso hacia la victoria.